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Inseguridad y Violencia en la construcción



Inseguridad y Violencia en la contruccion
Inseguridad y Violencia en la contruccion

Hace unos días leímos con atención las declaraciones del Presidente de la Cámara

Panameña de La Construcción, (CAPAC) en las que denunciaba y expresaba preocupación por la inseguridad que está atisbando en las obras de construcción de todo el país; tema que queremos ampliar con datos objetivos, reales e históricos sobre el tema.


Lo primero que queremos hacer es separar el trigo de la paja, aclaración que ya hizo el

Presidente de la CAPAC cuando se refirió al tema, pues denuncia que se trata de personas no vinculadas a la industria de la construcción, desarrollando su preocupación en torno a las Pandillas, agrupaciones delictivas que en los últimos años también se han venido incrementado en nuestro país, debido a muchos factores, pero el que nos interesa en el fondo es el de Falta de seguridad, vista desde la perspectiva de las falencias de las autoridades encargadas de brindar seguridad en general.


Las pandillas conocen de las flaquezas del engranaje gubernamental, entiendas des la

Policía Nacional y de ellas se aprovechan, ampliando sus actividades delictivas sobre

personas y entes que nada tienen que ver con sus actividades criminales; así las cosas,

irrumpen en el sector Construcción, donde exigen a los responsables de grandes o

pequeñas obras, sumas de dinero bajo la figura de la Extorsión, amenazando la ejecución y desarrollo de las mismas; lo anterior no solo involucra bienes sino también personas (trabajadores) que exponen al peligro, lo anterior aún no encuentra antídoto por parte de las autoridades, sobre todo Policiales, que lamentablemente no están en la capacidad de impedirlas, lo que hace que proliferen estas conductas criminales.


Lo anterior, constituye un enfoque descriptivo de la realidad actual que viven los

desarrolladores de proyectos de construcción en nuestro país lo cual aún no encuentra

solución y peor todavía si el fenómeno es negado por las autoridades de Seguridad.

Lo segundo, no hay que confundir este tipo de violencia, con la violencia generada por las agrupaciones sindicales, que es algo muy diferente porque en el fondo este último no persigue un propósito criminal sino supuestamente reivindicativo y/o gremial.

En este caso, observamos que nuestro país aun no arriba a esa etapa de violencia, porque para bien o para mal el sindicalismo o la actividad gremial en la industria de la

construcción esta casi totalmente copada por un solo organismo, que a nivel nacional

controla el intercambio laboral habido entre el empleador y el trabajador; en razón de lo

anterior los actos criminales o delictivos per se, no están presentes y lo que predomina es la amenaza y presión general de acudir a una Huelga, que no constituye un acto delictivo y que en el fondo está permitido en nuestra legislación laboral , constituyéndose en moneda de cambio usual en toda relación laboral sindical, en donde es necesario decirlo, es ejercido en casi la totalidad de los casos por el sector sindical.


A nivel general, observamos que ya quedo atrás la etapa del sindicalismo gansteril de losaños 50 y 60 en la que los sindicatos, en su mayoría norteamericanos resolvían sus

controversias, aspiraciones y negociaciones por medio de la violencia, con el uso de bates de beisbol, escopetas y vehículos incendiados; lo anterior fue sustituido por el arreglo directo y “amigable” entre el empleador y el sindicato en el cual el primero aseguraba CUPOS de trabajo a un numero determinado de trabajadores “recomendados “ por el sindicato. Época también conocida como la era de las RATS.

A pesar de que en la actualidad ha decrecido enormemente la influencia sindical sobre los trabajadores en América latina, lo cual se patentiza con la pobrísima cantidad de

agremiados con los que cuentas, por tanto su poder también ha decrecido sobre el sector empleador, aun encontramos en algunos países como PERU, en donde aún se manejan con estos criterios y conductas de CUPOS, lo cual constituyen conductas criminalizadas porque genera la existencia de mucho “sindicatos” informales, que ejercen violencia delictiva, peligros y criminal entre ellos., para ser los poseedores únicos de los CUPOS enla construcción.


Por más que el sindicalismo esté debilitado o de capa caída en nuestros países, en Panamá aún hay actividad sindical lo suficientemente fuerte como para negociar con estos, y en este caso en particular en la Industria de la Construcción, donde se negocia con el sindicato industrial más grande del país, que aglutina y controla a la gran mayoría de los trabajares de la citada industria, lo que puede considerase como una perspectiva más viable, ya que impide la existencia de la política de los CUPOS y la violencia sindical.


La preocupación del sector de la construcción radica en la violencia delictiva, la violencia

criminal, ejercida por estos grupos de pandillas que incrementaran la inseguridad en la

obras de construcción si las autoridades responsables de la Seguridad ciudadana no

realizan con firmeza su rol de Proteger a las personas naturales y/o jurídicas en sus Bienes, Honra y sobre todo su Vida.



PERCY ROMAN

ROMAN & ASOCIADOS

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